28 may 2008

Raining Out

"Es que es algo tan triste el color del invierno
sobre los charcos de mi ciudad.
Las calles mojadas brillan mucho y no huelen..."
Juan Pardo (Campos de Remesar)


El tictac de los relojes me desmonta,
y desaparezco por las calles mojadas,
permanezco solamente
en unos labios incendiados y una mano que sostiene un pitillo
el resto de mí es mentira
o no vale la pena.

Me disuelvo entre el humo y no logro ser
ni los rayos de este sol de invierno
ni un retazo de campanas al vuelo
ni siquiera el sueño que creí vivir.

Soy
un latido de reloj,
una palabra perdida en un viejo diccionario,
una patraña que traiciona
las esperanzas que estrellé en los muros del nido
cuando quise echarlo abajo.

Me rebelo contra la ingravidez de mi espíritu,
perdiendo de antemano una vez más,
mientras la ciudad atardece entre el gentío y la lluvia
y mi último cigarrillo naufraga en un charco
que no huele, y si huele,
huele a rana.

Me faltan caladas para ser más yo
y ya nadie me vende un pedazo de mí mismo.

Ya no me queda humo, no me queda sol,
queda un reloj que se lleva mis trozos
con cada tictac de la lluvia en las aceras.

2 comentarios:

Sukulenta dijo...

Eres latido de reloj de olvido y eres más. Bocanada de humos y eres más, más que las gotitas de los azulejos y que el sonido de cornetas, en el tráfico de tu ciudad. Eres to'o eso y más.

Un beso, jomio

Anónimo dijo...
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