Acordes junto al vaho de una ventana.
Afuera llueve. Una lágrima salvaje,
herida por lo oscuro del paisaje,
se esconde de la noche gaditana.
La Muerte aguarda, escucha y se amilana,
pues cada nota tiene su lenguaje.
El arte son diez dedos en un viaje
por cuerdas de guitarra sobrehumana.
Se acaba el Tiempo, se va muriendo el día,
se olvidan fallos, rivales y mentiras,
cerrar los ojos es solo un paso al frente.
Se escucha un nombre: Paco de Lucía
avanza el hombre, silencio en Algeciras,
Saludo y fuga, que aplauda la gente.