10 ene 2019

Mi patria

Mi patria es la clase obrera,
la nativa y la extranjera.
Es la gente que madruga,
es el niño y es la vieja.
No es Amancio, no es Botín,
no es Casado ni Rivera,
no es Felipe ni Abascal,
no es Sánchez... ni es Iglesias.
No es Velázquez ni Gaudí,
Blasco Ibáñez ni Espronceda,
ni Cervantes ni Buñuel,
ni Sabina, Goya o Cela.
É o galego, eta euskara,
es mi idioma i ès ma llengua
Son mujeres maltratadas,
'mariquitas’ y 'bolleras’,
el obrero que despierta
de un porrazo en la cabeza,
es mi patria el estudiante
que se alza y que protesta.
el calé, el animalista,
el transgénero, el 'paleta',
es la 'kelly', el oprimido,
el humano tras las rejas,
es el negro jornalero,
el maestro y la enfermera,
¿El soldado que dispara?
No es mi patria, ni es mi guerra.
No es mi patria un himno sacro,
ni vestidos de flamenca,
no es un toro asesinado,
ni es un plato de paella.
No es mi patria tu gobierno,
ni es mi patria mi bandera,
no son muescas en un mapa
que rodean tus fronteras.
Es mi patria musulmana,
íbera, romana y celta,
es cristiana y visigoda
es gitana, maya y persa.
Es mi patria un ente inmenso,
que respira, vive y piensa.
Mi patria es la clase obrera,
La nativa y la extranjera.

3 ene 2019

Un gato callejero

Aprovecha
que estoy libre esta noche,
que ha salido la luna
y que me conozco los tejados.

Desespera,
que si esperas, mañana,
nos habrán dado las uvas
y habremos perdido el pasado.

Reconoce
que no somos perfectos
el uno para el otro
y que estás destinado a olvidarme.

Pero esta noche
el futuro no existe
y solo somos dos locos
devorándose como bestias salvajes

No soy más que un gato callejero
enamorado del brillar de los luceros,
solo soy un vulgar copo de nieve
empeñado en que su historia es diferente.
Soy tan solo un gato que merodea
entre las sombras sin calor de tu azotea,
que maúlla que la calle es su elección
mentras pinta en la luna un corazón.

Aligera
que se acaban las horas
y mañana seremos
dos extraños que nunca se miran.

Y a la vuelta
me hallarás por las calles
diciendo "no te quiero"
a sabiendas de que era mentira.

Sé que he dicho
que yo tengo en el pecho
murallas de cemento
pero son todas imaginarias.

Es sencillo:
finjo ser invencible
y me derrumban los besos;
besos de esos que nunca me daban

No soy más que un gato callejero
añorando las caricias que me dieron,
solo soy uno más entre la gente
empeñado en que su historia es diferente.
Soy tan solo un gato que merodea
entre las sombras sin color de tu azotea,
diciendo que la calle es su elección
mientras pinta en la luna un corazón.