25 abr 2010

Sonetillo del dolor de escribir

Una historia descarnada
late bajo mis costillas,
entre fotos amarillas
y una lágrima manchada

por la luz desangelada
que ilumina mis cuartillas,
donde reza de rodillas
una musa con espada.

Cuando sangra el aire estanco
de la cárcel donde escribo
voy cerrando la salida.

Frente a páginas en blanco,
mientras siga estando vivo,
nazco a verso por herida.

22 abr 2010

La quijada de Caín

Huyendo de la luz del firmamento
la sangre se desmaya de su mano,
y riega crisantemos por su hermano
que brotan desde el alma del cemento.

Su senda es una espina de sarmiento,
su cruz, la maldición de ser humano,
espeta un grito al monstruo soberano
y sus palabras mueren contra el viento.

la huella del dolor de la quijada
quedó sellada sobre el cuerpo herido
con una marca azul en el pellejo.

Solloza discutiendo con la nada
-"¡No quise! ¡No me viste! ¡Yo no he sido!"
-"¡CAÍN!"
                  -"¿Quién es Caín?" -gritó mi espejo.

L'honorable president

L'honorable president
de la terra valenciana,
sota l'ombra de Zaplana
aprengué el truc de l'invent
per omplir-se veloçment
la butxaca del costat
dels seus tratges de prestat,
i portar-se comisió
fins per l'adjudicació
de taronges del mercat.

I els nans segueixen creixent
al circ que el PP montà
i a Na Rita Barberà
el que fèu li estant desfent
gràcies a tota eixa gent
que governa el Tribunal
cridat Constitucional,
per més que ho prengau bajoca
açí no res s'enderroca,
¡Resisteix el Cabanyal!

I el votant que no desperta
som València, açí les dretes,
barra lliure en malifetes
amb llei del suborn-oferta,
¡Catarroja descoberta!
D'aquests no ens salva ni dèu,
Rita, ¿El Papa sap lo teu?
Don Francesc, ¿Saps de justícia
¿O no més saps d'avarícia,
de mentir i alçar la veu?

10 abr 2010

Cuatro lirios

Se duermen sobre mi cama
cuatro lirios soñolientos,
son uno por cada esquina
y dos por cada silencio.
De las mantas que los cubren,
en jirones harapientos
voy a hacerme una bandera
que agitar desnudo al viento.
Y si la noche da coces,
o si el día nace enfermo,
viajaré con mi bandera
hasta el fondo de mis sueños,
donde abrace las estrellas
y la ausencia sea un perro
que no muerda aunque me ladre,
yo ya sólo oigo mi pecho
subido en un campanario,
repicando por un muerto
que hasta ayer estuvo vivo
y del que hoy quedan los huesos.

Se duermen sobre mi cama
cuatro lirios soñolientos
desnudando las mentiras
que vestí de mis recuerdos.
y en la franca comisura,
en la curva de tus besos,
sólo quedan despedidas
disfrazadas de ”hasta luego”,
que queman y hacen herida,
que encostran la piel a fuego,
que duelen como me duele
recordar cuando era viejo.
Cuatro lirios se marchitan
junto a dos frágiles cuerpos
aplastados bajo un lunes
con sabor a cementerio.
Hoy mis venas no descansan,
esta noche estoy despierto
porque duermen en mi cama
cuatro lirios soñolientos.

9 abr 2010

Tigre

Tigre de las cavernas oscuras,
que estás enterrado entre eslabones de cadena,
¡Levántate y ruge!

Enarbola tu grito de guerra
en tus garras vacías de flores.
¡Levántate y ruge!

Tigre mil veces tigre
¡Levántate y ruge!

5 abr 2010

Hoy que soy mucho más joven

Hoy que soy mucho más joven
y en azul he renacido
ya por fin me he permitido
el soñar sin que me roben
esos sueños aunque engloben
sólo besos sin peaje,
resurgir del oleaje,
sonreír, sentirme vivo,
y a la sombra de un olivo
descansar del largo viaje.

Tiburones, dios me guarde,
de volver a ser su aliño
hoy que soy mucho más niño
de lo que fui ayer tarde,
cuando era un dios cobarde
encerrado en su sollozo.
Ya he salido de aquel pozo,
sin que mi sueño peligre
hoy por fin he vuelto al tigre,
mundo, aparta o te destrozo.

1 abr 2010

Cuando era más viejo

Cuando era más viejo, más inocente,
pude nadar en un vaso infestado
de tiburones sin mar ni pasado
dando mordiscos a contra corriente.

Sueños ajenos poblaban mi mente,
y un hambre negra me había cegado.
Cuando era más viejo, igual demasiado,
hice a los ángeles ser mala gente.

Cuando era más viejo, ayer por la tarde,
nubes de lágrimas eran mi lecho,
y un niño triste gritaba en mi espejo.

El mundo era una pecera cobarde
en la que ahogaba el calor de mi pecho.
Eso pasaba cuando era más viejo.