16 dic 2024

Soneto de padre

Retumba la verdad en mis costillas:

los años que me acercan más al suelo,

a ti te irán alzando en pleno vuelo,

llenándote mis versos de abubillas.


Quizá quedaré ciego según brillas,

conforme se desplomen desde el cielo

otoños que me harán perder el pelo

e inviernos que derritan mis mejillas.


Te iré dando pedazos de mí mismo

volviéndome de a poco un espejismo,

perdiéndome en mi última batalla.


Me iré quedando en nada según crezcas,

y no te podré dar lo que merezcas

aun cuando te dé todo lo que en mí haya.

9 dic 2024

Vengo

 

Mientras

me brote sangre del lomo,

mientras me quede otro tomo

pendiente en la colección...


Hojas

que penderán de mi pelo

y tendrán ansias de suelo

agostarán mi canción.


Vengo de estrellarme en mi camino,

de hacer sombra a los encinos,

de ser comido… por un ratón.

Con la mirada desabrida

de quien lo sabe todo,

del que ya ha encontrado el modo

de partir sin un adiós.


Vengo a descolgarme del espejo,

a encontrar el catalejo

que tiré por un rincón,

con la mirada refulgente

de quien no sabe nada,

del que le hace de carnada

al futuro más cabrón.


Y no negaré una y mil veces

que en el borde del abismo

me olvidé de ser yo mismo,

caballito entre los peces.


No voy a mentir ante tus dudas

que mis huesos me conocen

y cuando el reloj marca las doce

la verdad se me desnuda


Vengo de perder mi última baza,

de tragar polvo en la plaza,

de apoyarme en la testuz.

Vengo de romperme en mil pedazos,

de bajar los antebrazos,

de enterrarme en mi ataúd.

Vengo a palear el camposanto,

a enfrentarme con mi espanto,

a morir si hay que morir.

Vengo a pelear contra molinos

y gigantes asesinos.

Yo vengo a sobrevivir.


Vengo de estrellarme en mi camino,

de hacer sombra a los encinos,

de ser comido… por un ratón.

Con la mirada desabrida

de quien lo sabe todo,

del que ya ha encontrado el modo

de partir sin un adiós.


Vengo a descolgarme del espejo,

a encontrar el catalejo

que tiré por un rincón,

con la mirada refulgente

de quien no sabe nada,

del que le hace de carnada

al futuro más cabrón.


...


Mientras

al otro lado del río

siga habiendo algo tan mío

no dejaré de nadar...


Todos

que lo intentaron a malas

verán al quedarse sin balas

que no me pueden ganar.