5 abr 2008

Tengo

Vengo volando como el viento,
de extraviarme en mi cerebro
pa’ poderme comprender
Vente a mi lado que te enseño
lo que llevo yo en mi cuerpo
entre el hueso y la piel.

Tengo en la yema de los dedos
los jirones de mis sueños,
embarrando un papel,
tengo escondidos por ahí dentro
cada acento de los versos
que una vez te recité.

Tengo en el pecho cardenales
puñalás de parte a parte
que no dejan de sangrar
tengo en la boca un mar de sangre,
fuego, ruido, miedo y hambre
y una historia que contar

Tengo mentiras y victorias
y hasta el ruido de las olas
que me quiere enamorar
Vente conmigo si estás sola
te hago un hueco en mis historias
y las cuento una vez más.

Tengo enjaulado en las costillas
un dragón de nicotina
aprendiendo aún a rugir.
Tengo las noches de cantina
tatuadas en la esquina
de un papel color marfil.

Dame calor, dame saliva,
si quieres que acaso escriba
unos versos para ti
Que tengo en las venas tinta china
y una foto de Sabina
que me ayuda a escribir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Has pensado en mandar tus letras a algún sitio? Merecen muchísimo la pena. Esta estrofa me gusta:

"Tengo enjaulado en las costillas
un dragón de nicotina
aprendiendo aún a rugir.
Tengo las noches de cantina
tatuadas en la esquina
de un papel color marfil"

Son las letras callejeras que me gusta escuchar. Un beso Caronte.

Erranteazul dijo...

Cada letra una flecha dirigida sin dudar al corazón. Cada flecha una letra que dará al blanco lienzo de una vida su impronta carmesí.

Sukulenta dijo...

Hola Jomio, había empezado el otro día a leer la primera estrofa y se me hizo algo ajena... hoy, me encontré con esta joyita
"Tengo en la yema de los dedos
los jirones de mis sueños,
embarrando un papel,
tengo escondidos por ahí dentro
cada acento de los versos
que una vez te recité."

y me imagino tus dedos ágiles sobre el teclado y tu mente perezosa y juguetona, vagando por tus recuerdos de vivencias que no has tenido y me acuerdo de tus veersos y de tus rimas y me digo, hijo cómo es que escribes tan bien...

Un beso
Ceci