23 nov 2020

Te necesito

 Necesítame para un instante. 

Un suspiro apenas. 

Para desenderezarte las ventanas, 

para leerte un poema a medias,

o ayudarte a buscarle el fondo a los vasos.


Necesítame para una entrada

o para una salida, 

para un cupo

o una explicación.


Pero no me necesites en tu vida.


Hemos llegado hasta aquí,

ya con demasiados años a la espalda,

como dos aves de distintos hemisferios

sin cruzar jamás los vuelos, 

sin siquiera conocernos.

Sin necesitarnos.


¿Acaso no podrían volver a separarse

nuestros caminos?

¿Qué sería de tu necesidad

si el invierno me reclama en las Maldivas? 


No me necesites

con esa ansiedad egoísta

que las flores confunden con amor.

Porque no nací para completarte,

sino para complementarte.

No para ser tu todo,

sino para hacer un todo entre los dos.


Puedes seguir tu senda sin mí.

y yo sin ti.

Pero ambos sabemos que es mejor

(solo mejor, no imprescindible)

cuando caminamos juntos.


No nos faltará el aire en la lejanía,

ni el agua ni el sustento.

Sí lo harán las risas, y las caricias,

y los manantiales de filosofía.


Vente a mi lado.

No porque me necesites.

Sino porque me quieres.

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