25 abr 2022

Moriré hacia mediodía

Mi carcasa se vacía,

voy perdiendo vida y media, 

y si nadie lo remedia 

moriré hacia mediodía.

Hoy mi carne es blanca y fría,

tiene envidia de mis miedos,

añoranza de tus dedos 

y nostalgia de estar vivo;

Hoy no encuentro ni un motivo 

para andar contra mis credos.


Este sueño que me abraza,

parte fuego, parte sombra,

me echará bajo la alfombra 

donde el polvo me amordaza.

Si hoy el mundo me da caza 

y mi verbo no aparece 

es porque mi voz perece 

entre gritos de maldad 

fruto de esta enfermedad 

que actúa donde más escuece.


Con el alma hecha pedazos 

y otro fado en las costillas 

hoy respiro pesadillas 

por la piel gris de mis brazos.

Restallando latigazos 

va avanzando la negrura 

devorando mi cordura 

a bocados de cristal,

abocándome a este mal 

del que aún no existe cura.







 

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