Sopla el viento y no queda nadie,
un olvido desteñido se deprime en tonos sepia,
los bancos se desnudan quedamente,
y se demuestran fabricados de tiempo y de sal.
Las palomas acurrucan su vuelo
en el laberinto de hojas secas que el aire perfila,
emborrascando mis huellas
y pincelando con sus alas tu retrato.
Entre la ruina y el cierzo
amanezco yo por otra senda,
lejos ya del parque y del ahora.
Atrás, junto a un árbol,
sopla el viento y nadie queda.
Solamente las palomas y, sobre un banco,
uno de esos bancos de tiempo y de sal,
grabada esa palabra
que jamás quisiste oír.
2 comentarios:
"Solamente las palomas y, sobre un banco,
uno de esos bancos de tiempo y de sal,
escrita esa palabra
que jamás quisiste oír"
Me encanta el cierre que le has dado.
Me gusta, pero prefiero cuando te pones erótico y te sale un relato ;)
Un beso
Fascinante ls imágenes que nos plantas en el alma.
Eres un maestro.
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