Te buscaré
y la mañana se vendrá conmigo
desnudándose al abrigo
de un amor que pincha en hueso.
Y pintaré
a las faldas de la luna llena,
el aroma que dejó en la arena
el bramar mudo de un beso.
Y los dos...
sin borrones ni caminos
ni putadas del destino
volveremos a escribir en un papel,
las palabras olvidadas
que quedaron encerradas
en los páramos de asceta de mi piel,
deshojando las miserias
de las lámparas de feria
que alumbraban a mis musas de alquiler,
olvidando los dos juntos
que nos van quitando puntos
suspensivos de la orilla del carnet.
Y la mañana
desnuda, maldita,
se asoma a mi ventana
y me deja escrita
una frase que no quiero leer.
Si me despierto
y me acuerdo de ti,
me siento medio muerto,
hundido en el carmesí
de la sangre que dejé caer...
Y seguiré
buscándote en el firmamento,
llorando cada vez que el viento
deshoje la margarita.
Que ya no sé,
escribirte como te mereces
si es a ti o a mí a quien pertenece
esta extraña rima escrita.
Y los dos...
sin borrones ni caminos
ni putadas del destino
volveremos a escribir en un papel,
las palabras olvidadas
que quedaron encerradas
en los páramos de asceta de mi piel,
deshojando las miserias
de las lámparas de feria
que alumbraban a mis musas de alquiler,
olvidando los dos juntos
que nos van quitando puntos
suspensivos de la orilla del carnet.
Sigo buscando
tu voz, que se esconde,
sin un por qué, ni un cuándo,
ni un cómo, ni un dónde,
nadie me responde al preguntar.
Y estoy perdido
en el calendario
perdido entre el ruido
de los viejos del barrio
que dicen que me he vuelto a enamorar...
20 oct 2011
9 oct 2011
Pedrás al aire
Si de las pedrás que le di al aire
se va ennegreciendo mi pulmón
no me quedará aliento que darte
ni ganas de besarte cuando lata el corazón.
Desclavando las espinas de mi voz
se me llenan las riberas del camino
de fantasmas de rosales sin color,
de poemas de cartón rimando en infinitivo.
-¿Qué haces? - No sé
-¿Te vienes? -Tal vez
Espera que sepa qué quieren mis pies
que aprenden a andar
corriendo hacia atrás,
cogiendo carrera pá volver a saltar.
-¿Qué haces? -Cantar
-¿Te vienes? -Quizá
espera que acabe esta rima de bar.
Maldita canción,
se escucha un tambor,
tranquila, cariño, sólo es mi corazón
que revienta cada vez que oye tu voz.
Se me escapa el sol por las costuras
de esta mal puntada de alfiler
en la esquina de mi cuarto a oscuras,
en mi cubo de basura con versos sin hacer
Ya no tengo mundo que entregarte,
ya no quedan besos en mi piel,
será mejor un punto y aparte,
es más fácil olvidarte que volverte a querer.
Aunque se atraviesen en mi garganta
un par de folios tristes de papel,
sólo soy un gallo que no canta,
carretera y manta, tendremos que correr...
Para que no venga el silencio
con sus medianoches de Orfidal
a encadenarnos a ambos en el tedio,
a decirme que te quiero sin quererte de verdad.
-¿Qué haces? - No sé
-¿Te vienes? -Tal vez
Espera que sepa qué quieren mis pies
que aprenden a andar
corriendo hacia atrás,
cogiendo carrera pá volver a saltar.
-¿Qué haces? -Cantar
-¿Te vienes? -Quizá
espera que acabe esta rima de bar.
Maldita canción,
se escucha un tambor,
tranquila, cariño, sólo es mi corazón
que me llora cada vez que oye tu voz.
se va ennegreciendo mi pulmón
no me quedará aliento que darte
ni ganas de besarte cuando lata el corazón.
Desclavando las espinas de mi voz
se me llenan las riberas del camino
de fantasmas de rosales sin color,
de poemas de cartón rimando en infinitivo.
-¿Qué haces? - No sé
-¿Te vienes? -Tal vez
Espera que sepa qué quieren mis pies
que aprenden a andar
corriendo hacia atrás,
cogiendo carrera pá volver a saltar.
-¿Qué haces? -Cantar
-¿Te vienes? -Quizá
espera que acabe esta rima de bar.
Maldita canción,
se escucha un tambor,
tranquila, cariño, sólo es mi corazón
que revienta cada vez que oye tu voz.
Se me escapa el sol por las costuras
de esta mal puntada de alfiler
en la esquina de mi cuarto a oscuras,
en mi cubo de basura con versos sin hacer
Ya no tengo mundo que entregarte,
ya no quedan besos en mi piel,
será mejor un punto y aparte,
es más fácil olvidarte que volverte a querer.
Aunque se atraviesen en mi garganta
un par de folios tristes de papel,
sólo soy un gallo que no canta,
carretera y manta, tendremos que correr...
Para que no venga el silencio
con sus medianoches de Orfidal
a encadenarnos a ambos en el tedio,
a decirme que te quiero sin quererte de verdad.
-¿Qué haces? - No sé
-¿Te vienes? -Tal vez
Espera que sepa qué quieren mis pies
que aprenden a andar
corriendo hacia atrás,
cogiendo carrera pá volver a saltar.
-¿Qué haces? -Cantar
-¿Te vienes? -Quizá
espera que acabe esta rima de bar.
Maldita canción,
se escucha un tambor,
tranquila, cariño, sólo es mi corazón
que me llora cada vez que oye tu voz.
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