La ciudad ladra a todas horas,
pero vieja y sin alma,
como un perro cansado de ser un fiero guardián
cuando sabe que ya no hay premio al final de su ladrido.
No hay horas de sueño suficientes
en esta ciudad sin noche,
plagada de faroles insanos,
que roban el amor de las esquinas...
¿Me vendes sólo un poco de tu amor salvaje
allí en el segundo piso,
tercera puerta a la derecha?
Mientras, dices, como dicen los que aman,
si no me canso de este amor que no lo es,
de estos besos que no lo son,
de esta botella sin fondo,
de estas ganas de no creerme...
y yo te respondo tal y como responden
los que nunca amaron,
aunque yo alguna vez amé.
Por más que mi amor de ahora sea un amor sucio,
que dura lo que duran los vuelos de corales,
el choque de los planetas y lo dioses,
el eterno tensar de guitarras,
o la miserable admiración de los más novatos,
¿Cómo puedes tú desautorizar un amor que no comprendes?
Pues dices, como dicen los que aman,
que yo no amo.
Y yo te respondo tal y como responden
los que nunca amaron,
diciéndote que alguna vez amé.
2 comentarios:
Te voy a confesar, querido amigo, que si bien tus rimas me parecen formidables; tus poemas en verso libre tienen un "nosequé" que no me acaba de convencer... no obstante... este en particular... tiene algunos versos magníficos:
"El choque de los planetas y los dioses"
Una imagen para enmarcar... sí señor.
PD: Te escribí un correo...
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