(segunda parte de una trilogía escrita hace algún tiempo pero inacabada todavía
A ver si publicando en abierto me obligo a terminarla)
Oirás poemas
de Bécquer y de Buesa
que hablen de ti
bajo ese cielo insólito y salvaje
que nos quedaba lejos.
Pero en la página más escondida,
en el libro inerme de tus memorias
tendrás para siempre escrito el verso
más importante de tu vida
grabado con la firma temblorosa de mi mano.
Oirás latidos
que embriaguen tus mañanas
al despertar,
pero este corazón que tanto ha perdido
ya no tocará los mismos coros
de tus pechos desnudados,
de tu vientre estremecido
por todas las octavas suaves
de un gemido acompasado.
Oirás palabras
vestidas de un amor
pluscuamperfecto.
Aún no sabes que cuando te olvides las mías,
con tu sexo desbordándose de luces,
olvidarás las más sinceras,
y en el ingrávido instante del después,
cuando entiendas que el momento no es el mismo
no hallarás el motivo por el que huyen las mariposas
sin volver la vista.
Oirás que dicen
que aún no te he olvidado
y no te mienten.
pero he aprendido a despedirme
sin tener que pensar un 'hasta pronto',
y a saber que soy más libre sin tus labios.
Oirás mi voz convertida ya en un susurro
diciendo adiós,
oirás mi adiós, y luego de eso
solo silencio.