Enrócame un soneto, te lo ordeno,
Devuélveme el poema que me debes
Las sombras sin pulir de las que bebes
Desbordan mi alma en forma de veneno.
Conviérteme un soneto en algo lleno
De negras noches y de blancas nieves
Y a cambio dejaré que te me lleves
Lo poco que haya en mí aún de bueno.
Constrúyeme un soneto con mi entraña
La rabia que me funde los fusibles
Precisa transformarse en poesías.
Inspírame un soneto, musa extraña,
no creo estar pidiéndote imposibles,
Tan solo que hagas lo que siempre hacías.
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