Es un corazón tan grande
que abraza al mundo entero,
Y tan pequeño
que cabría entre dos manos.
Ha luchado batallas que nadie merece
de esas que destrozarían un ejército de dragones
y barrerían del mapa legiones de titanes.
De todas ellas salió victorioso
y sonriente.
Le quedan cicatrices y recuerdos,
también sueños y utopías,
todas entremezcladas en un rugido de tambor.
Dicen que sabe reír
y llorar.
Aun cuando es solo un corazón sin labios ni ojos.
Será verdad, porque yo le he visto hacerlo.
Cuentan también
que en su última batalla sigue sonriendo,
precisamente porque sabe
que no será la última;
Que aún le quedan más guerras,
más cicatrices,
más recuerdos,
más sueños,
más utopías…
Le queda mucha más vida que latir.
1 comentario:
Echaba de menos ese paso por el mundo tan tuyo que deja huella.
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