Ni yo soy Richard Gere ni tú mi novia,
lo que pasa en Las Vegas... ya lo sabes.
Yo no voy a quemar por ti mis naves,
así que escaparé de forma obvia.
Pensar en corazones ya me agobia.
No voy a terminar por darte llaves,
mi pecho es tan pequeño que no cabes,
si quieres, llámalo "romantifobia".
No quieras que te quiera y ni te atrevas
siquiera a susurrarme ese "te quiero"
que late aletargado entre tus labios.
Me harté de andar jugando al tú-la-llevas
con un corazón gris y traicionero,
amar es más de locos que de sabios.
2 comentarios:
Me gusta.
Supongo q autobiografico total, lo cual no me gusta.
Cuando yo te conocí, cuando yo te conocía corría por tu sangre el romanticismo más amplio: esproncediano, sabinesco y angelical
x
B
Joder, un poeta vivo. Y no el remedo típico de "vamos a rimar esto con esto y con un tono oscuro seguro que queda bien". Me has recordado a los poetas del rock. Interesante.
Un saludo!
(he llegado por tu comentario sobre la verdad en el blog de Indy, me ha gustado tu explicación sobre las dos corrientes...)
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