¿Alguna vez has tocado el neón de las estrellas
con la punta de los dedos?
¿Volado acaso a lomos de una mariposa fría
nacida de labios que no se quieren?
Las lunas que se ahogan en una taza de café
no merecen, tal vez, el cielo.
Ya sabes que las piedras del camino
no entienden de últimas oportunidades,
si no estás dispuesto a levantarte,
si no soportas el dolor,
si no estás preparado para que la muerte te haga un pase de pecho...
los horizontes que te encierran
serán muros de hormigón inapelable
y no habrá musa desgarrada
que te extienda una mano amiga
bajo el cetrino cielo gris de la derrota.
Ahora que lo sabes,
mírame a los ojos y dime la palabra
que piensas que te define.
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