12 oct 2008

Seré un número

Tal vez cuando desaparezca me convierta en un número. El cuatro no estaría mal.

No quisiera ser un tres. Todos los dioses de tercera fila (y nótese que para mí no existen dioses de primera ni de segunda) quieren ser siempre el tres, uno y trino, y lo hacen resultar un número pomposo y antipático. No, mejor un cuatro, me gusta más.

Me falta ambición para querer ser el número uno. También me sobra ego. No me cabría todo en el enclenque tallo de un uno. No, nunca me gustaron las cifras anoréxicas. Y es que tampoco se puede hacer mucho con el uno. Multipliques o dividas, se queda igual, y en sumas y restas el resultado casi no varía. Fíjate. Tan importante que se cree por ser el primero y resulta que es un número bastante inútil.

Contra el 6 no tengo nada, si acaso, que no se cuida lo bastante. Es una cifra muy dejada y tampoco quiero convertirme en un número tan fondón. El siete no me gusta. Demasiados ángulos, parece una cifra hostil, como un señor de enmarañado bigote que te mira mal. No me agradó jamás mirar fijamente un siete. Me daban escalofríos. No quiero dar escalofríos después de muerto, para eso me convierto en un fantasma, y no en un número. Y a mí me gustaría ser un número.

El 8 y el 9 son demasiado complejos, muchas curvas, muy cerrados, y demasiado altos. Ya tengo yo bastante con mis propios traumas como para cargar con más cuando desaparezca y se me ofrezca convertirme en fantasma o en número o reencarnarme en alguna alimaña de alcantarilla (mis buenas acciones no creo que den para más. Una rata, o una serpiente todo lo más. Convertirse en cocodrilo sería una gran emoción.)

El 0 es un egocéntrico. En las multiplicaciones sólo quiere salir él, él y él. Y además va soltando por ahí que en los números en que aparece son números redondos. Sí, claro, como si él tuviera más curvas que un 3. Aunque claro que quiera un poco de atención. Cuando toca ponerlo a la izquierda de un compañero, todo el mundo se olvida de él. Pobre cero… ¿Se imaginan lo difícil que debió ser su infancia? No. No quiero ser un 0 para nada.

Por otro lado, el 5 es un aburrido y un metomentodo. Siempre en medio, y siempre haciendo lo posible para favorecerse a sí mismo o a su gran amigo el 0. Posiblemente sea el único amigo del cero. Pero yo no quiero amigos así cuando me convierta en un número. No. No me gustaría ser un 5.

El 2 también me cae bien. Parece simpático, con su perfil de patito feo, además, nunca nadie se fija demasiado en él, teniendo tan cerca a su prepotente hermano 1, y eso, para pasar desapercibido como me gusta a mí, viene bien. Un 2 ó un 4. Bueno, el 4 son dos doses. Dos por dos o dos más dos… lo hagas como lo hagas, el cuatro es doblemente dos. Y eso me gusta.

Sí. Un cuatro estaría bien. Me gustaría ser un cuatro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No esperaba esta elección, estaba casi convencida según te leía que te quedarías con el 2...

M alegra mucho q "hayas vuelto"

B