A los niños de la guerra
Tan huérfanos de todo, hasta de vida,
los hijos del tormento y de la guerra
abonan con sus lágrimas la tierra
fatal de la miseria compartida.
Y cargan con las sangres de esa herida
que se abre con el tiempo y nunca cierra
cruzando cada aldea y cada sierra,
latiendo en un desierto sin salida.
De un mar de metralletas arrogantes
emerge trágico, el recuerdo vano
de absurdos cascabeles de venganza
pero en dos tristes ojos tan brillantes
se espeja dulcemente aquella mano
que le hace un buen pesebre a la esperanza
3 comentarios:
Buena dedicatoria.
Me sobrecogen poemas como este porque tal es la realidad de los niños de guerra. Pero atisbo en tus ultimas lineas una fina esperanza. Ojalá la tengan.
Un saludo.
Feliz cumple!!!! Que te abrí un hilo y tú ni caso jaja.
Por cierto, cumplimos años el mismo dia. Espero que lo hayas pasado muy bien.
Un beso.
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