La noche es un edificio de mil pisos
y en el segundo una pareja discute.
La noche se desploma en las trincheras
de un cuerpo que no da calor,
que respira por hacer ruido,
y que sueña con sombras demasiado grandes
para caber en un verso.
Noche de azabache,
borracha de relojes que nunca han aprendido
a decir que no,
aún te guardo un sitio sobre mi cama.
Tal vez me equivoque
al apostar mis luces a doble o nada,
pero nadie me dijo que tu silencio
podía ser algo más que un arma que blandir.
Recorto del humo tu nombre
para vestirme de tus negruras,
Sal de mis folios y abrázame de nuevo,
tan desnuda como yo,
para darme las alas que merezco,
aunque las horas que me queden
no sean más que un vademécum
de papeles en blanco.
La noche que me gusta
es oscura y surrealista,
difícil de explicar.
La noche a la que amo
es alérgica a mis versos
y no deja que la bese.
Ésa es mi noche.
La noche de noche.
1 comentario:
Sin palabras...
B
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