Si la niebla destroza cada esquina
y no hallo callejones que me abriguen
la noche me hará polvo de ladrillo
sobre un papel ardiendo en nicotina
que no quema mis sueños, que persiguen
colores lilas rojos y amarillos.
Mejor desaparezco en los andenes
y así ya no me encuentran mis canciones
durmiendo en un rincón de mi mentira.
Yo que iba para rey, aquí me tienes,
tirado en un invierno de cartones,
prendiendo con alcohol mi última pira.
Si la lluvia remoja las aceras
y me echan de los clásicos portales,
me hará desesperar la madrugada.
¿Quién me robó mis tristes primaveras,
mis versos, mi calor, mis iniciales,
todo eso que yo fui antes que nada?
¿Qué voy a hacerle yo si ayer fui el mago
que se sacaba trols de la chistera
tan dóciles como un perrito bueno?
Y hoy sólo voy buscando en cada trago
un beso de la parca traicionera
que sepa a whisky añejo y a veneno?
No hay comentarios:
Publicar un comentario