Escúchame si me disuelvo entre el silencio,
tan sólo necesito un vientre sobre el que derrumbarme
para volver a ser el mismo,
El mismo arlequín que esculpía
las flores que nadie abandonaba ante mi puerta,
cantándole a una lluvia
que no terminaba de calar
el cementerio donde vivo.
Que se mezcan tan solo los cipreses,
alargados para taparme la luna
y las estrellas,
que gritan y apuñalan
sin pedirme perdón.
Tan solo necesito un objetivo,
un salto mortal que me permita
poder colgarme de una nube
y abandonar el reloj de sol añejo
que me persigue entre las tumbas.
Tan solo quiero un hombre vivo,
un hombro amigo que consiga
que deje de sentirme
tan solo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario