De sol a sol naufraga un verso
una historia descreída
que me habla de tiempos mejores.
Encerradas entre las cortinas
de un rayo de luz sobre el asfalto,
he escondido las letras de tu nombre
para que no vengan a decirme
que te quiero todavía
más que ayer.
porque cuando cae el sol y los gorriones
trinan un réquiem a media voz,
redescubro tu silueta
grabada a fuego en mi colchón,
y me hago un cuerpo extraño con mis manos
que se cansan de escribirte sonetos
de sol a sol.
Porque de sol a sol no tengo sombras
donde esconderme de tus ojos
y en cada nube que veo se enhebra un recuerdo
de las fotografías desconchadas
en las que nos encarcelamos.
Pero llegará el día en que los relojes
se ahorcarán con su propia cuerda
y hasta el más triste de los presos
tendrá derecho a un olvido sin impuestos.
Mientras tanto sólo me queda recordarte
de sol a sol
y hasta que muera.
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