Un paso más y me quemo,
un paso atrás y me hielo.
¿Acaso pretendes decirme que he llegado al final del camino?
Creí que me conocías mucho mejor.
Mi viaje acabará conmigo coronando
la estrella más lejana del firmamento
o con mi cuerpo abierto en canal
tirado en la cuneta del olvido.
2 comentarios:
No me canso de pedir a mis allegados que, cuando me muera, me pongan una moneda debajo de la lengua. No me resulta demasiado atractiva la posibilidad de pasarme cien años vagando por la orilla del Aqueronte. Lo que no sabía es que allí se cantan poemas. Cada día se aprender algo nuevo. Será cosa de Perséfone.
Saludos en pena
Estrella, tu siempre en el cielo, sea como estrella o como ángel
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