8 dic 2010

A la carrera

Solo una vez me enseñaste a seguir
siendo el niño que se acuna en tus brazos
pero hoy la luna me invita a salir
mientras el cielo se cae a pedazos.

Lo siento mucho, no es para mí
que fuera llueva y yo siga sentado,
sabes que me harté de oírte mentir
¿No ves que ahora llueve sobre mojado?

Me desespera
esta manera de malvivir
tan lejos de ti
pero a tu vera,
será mejor que nos larguemos de aquí
mi luna y yo, a la carrera.

Quemé demasiadas naves por ti,
no sé vivir tan solo de las rentas
de un amor que dejó de latir
hace ya tanto que no lo recuerdas.

Éramos dos proyectos de arlequín
colgados de una nube de diseño
soñando con llegar hasta el fin
de un sueño que se nos quedó pequeño.

y aunque fue contigo con quien aprendí
a bajar de seis en seis las escaleras
hoy la luna ha venido a por mí
y voy a escapar... con ella a la carrera

Me desespera
esta manera de malvivir
tan lejos de ti
pero a tu vera,
será mejor que nos larguemos de aquí
mi luna y yo, a la carrera.


Y reconozco que al principio te creí
que tus palabras parecían sinceras,
no sabía que era tan fácil mentir
cuando tienes un vestido de embustera.

Ahora que no nos queda más que decir
ahora que el silencio es una espada,
un arma más que podemos blandir
para asestarnos otra puñalada.

Me desespera
esta manera de malvivir
tan lejos de ti
pero a tu vera,
será mejor que nos larguemos de aquí
mi luna y yo, a la carrera.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me maravilla esa capacidad tuya...

B

Stewart dijo...

Compañero Caronte ¡qué fortuna!
que vengas a mi Cuchitril coqueto,
Y si encima me escribes un soneto,
mi trastero se vuelve tu laguna.

¡Menudo honor! En serio. No es secreto
que en esta cara inculta de la luna,
el verso se indigesta si en ayunas
se lo das a probar a los catetos.

Se salvan, compañero, de la quema,
tus versos, tus palabras, tus poemas.
Harás diana siempre que dispares.

Amigo de las redes internautas
propongo que sigamos esta pauta...
Y hagamos "sonetos epistolares".

Stewart dijo...

Confieso que tu aire de Sabina
me tuvo a tu bitácora abonado,
y ahora que en mi casa estás sentado,
ya sabes, métete hasta la cocina.

Y ahora que está el hielo destrozado,
y que he tomado la "Buenrollitina"
confieso que los dedos me patinan,
sacándole estos ripios al teclado.

Dan vértigo los grandes puestos juntos
Fito, Sabina, Góngora, Quevedo...
Y tu nombre y mi nombre en esa lista.

Lo cierto es que a esta hora me pregunto
Si puede más un "quiero" que un "no puedo",
y me respondo "sí", dime optimista.