20 dic 2025

Tréboles cojos

 Para Kris. Para siempre.


A la cerveza que tengo pendiente,

a la palabra que tengo colgada,

a la canción que dejé en la estacada,

a destapar la penúltima, vente.


A la epistemología ferviente,

al festival de la moda pasada,

a la mitad de la senda cortada,

a celebrar porque sí, venga, vente.


A donde Trotski nos tome por rojos,

a nuestro campo de tréboles cojos,

al bulevar donde más libre estoy,


A nuestro Mordor, a nuestro Macondo,

a recoger la esperanza del fondo,

porque si no vienes tú, yo no voy.

17 dic 2025

Ha explotado el sol

 Ha explotado el sol.

los sabios se miran incrédulos

y dos niños los señalan burlones

porque solo ellos lo sabían.


Ya viene la noche eterna,

noche graciosa de los gatos negros

y los gallos silenciados,

donde los miedosos respirarán tranquilos

porque ya no existen sombras.


Vienen los días de la luna,

las horas sin fin bajo la belleza de las estrellas

en un cielo que no duele mirar,

que ya no quema,

ni se agrisa, 

ni decepciona.


Llegan los mares en calma

y los políticos y generales

se agitan angustiados en sus poltronas;

ya no pueden ondear el terror

ni alicatar sus prebendas bajo las fobias

de una gente que para conocer a su vecino

no podrá mirarle la cara

y tendrá que escuchar su voz.


Curas, rabinos y mulás

abandonan silenciosamente los templos porque saben

que sus inventos y soflamas,

sus sermones y diatribas,

solo encontrarán un "deje usted su mensaje".

La señal ya ha sido enviada.

Dios sopló la vela y se echó a dormir.


Ha explotado el sol,

y la humanidad despierta a oscuras

de la terrible pesadilla de la luz.

14 dic 2025

Rien de rien

 Non, rien de rien
non, je ne regrette rien


Sonará una voz francesa

en la rampa de salida,

una voz rasgada, herida,

que olerá a campos de fresa.

Al subir a mi calesa

tendrá solo su importancia

esa lágrima de Francia,

ni el bien que me hayan hecho,

ni el mal que me ha deshecho,

ni mi última instancia.


Volveré al mismo camino

con las huellas invertidas

y asiré otra vez las bridas

para hundirme en mi destino,

esta vez sin el cetrino

manto plúmbeo que lastraba

mis pisadas por la grava

cuando entré en aquel gigante

postrer círculo de Dante

con dos golpes de la aldaba.

12 dic 2025

Que vuelva la filosofía

Para el mejor. Para Robe



Se fue

nos dejó malherido un verso y se fue

reventó la cerradura

pa’ pillarnos con la polla dura

y dejarnos colgaditos de un papel


¡Joder!

nos dejó malherido un verso y se fue

y los duendes de mi parque

se exiliaron hasta Marte

y perdieron to’a las ganas de volver


y cagándome en sus muertos

me metí en el cementerio

con la droga en los bolsillos

y en las manos un ratón

agarrando de los pelos

a la Parca y al barquero

escuchando solo el ruido

de la cajita en que guardé su corazón.


Y decía: ¿Dónde has ido?

Otra vez ya te has perdido

sabes que me escondo mejor de lo que me encuentro

Y decía: ¿Dónde has ido?

¿Dónde coño te has metido?

ven y sácame el dolor que llevo dentro.


Que vuelva la filosofía

y esas sangres que me hacían

revolcarme en poesía

cada noche, cada día,

que vuelva la filosofía

y esa música que me hacía

entender lo que me decía

cada noche, cada día.

Que vuelva la filosofía

y esa bilis que me hacía

ensoñarme en la utopía

cada noche, cada día.


y cagándome en sus muertos

me metí en el cementerio

con la droga en los bolsillos

y en las manos un ratón

agarrando de los pelos

a la Parca y al barquero

escuchando solo el ruido

de la cajita en que guardé su corazón.


Y decía: Dame fuerzas

que me tiemblan hasta las piernas

cada vez que te oigo callar

Y decía: Puta mierda,

que la luna ha pedido prueba

de paternidad



y cagándome en sus muertos

me metí en el cementerio

con la droga en los bolsillos

y en las manos un ratón

agarrando de los pelos

a la Parca y al barquero

escuchando solo el ruido

de la cajita en que guardé su corazón.


11 dic 2025

Rabia

 Me he escondido dentro de mí

para que no me encuentre la rabia

ni los silencios que me acechan

consigan arrancarme un grito.


Cada día que pasa

voy hundiéndome un poco más

porque la ira crece

con luces imposibles

que no dejan un rastro de sombra

y me empuja,

y me expulsa,

hasta que ya solo puedo sentirme seguro

en la negrura ingrávida del fondo.


Quisiera hundirme sin alejarme

pero jamás he sabido calcular las sensaciones

porque con ellas dos más dos 

no son siempre cuatro,

a veces tres,

a veces cinco,

a veces más de seis millones.


Quisiera hundirme sin alejarme

porque cuando los cometas hayan pasado

y el mundo recupere sus colores,

sus formas y sentidos,

el sol arriba en lo alto

y las sombras detrás de los cipreses,

necesitaré una mano que me salve.


Ahora, hoy, en este momento,

solo comprendo la ausencia de manos

y me acuno miserablemente

en el hueco de dos en concreto.


Sigo cayendo,

huyendo de la furia,

porque no la conozco y me da miedo,

no sé de lo que es capaz.

Temo,

quizá,

encontrármela de frente y descubrir

que tiene mi cuerpo, mi sangre,

y las manos que me faltan.

Temo,

en fin,

conocer,

que siempre ha sido mía.

8 dic 2025

Romance del bufón

 Por oscuras callejuelas

entre mil ojos de gato

va el bufón sin la sonrisa

que ha perdido con los años.

Se apagó la carcajada,

los relojes se callaron,

ahora ya tan solo escucha

el sonido de sus pasos

torpes como han de serlo

con zapatos de payaso.

Llora lágrimas de tinta

y recorre cada barrio

con un hueco en las entrañas

y otro más en el estómago.

¡Negra ciudad de la risa

que has reído y has llorado!

¡Niña, qué pronto te olvidas

de los que te levantaron!

¡Tú que quisiste a los niños,

poco quieres a tus vástagos!


Hasta los ramos de flores

sin olor se marchitaron,

acabaron las funciones

de antes y después del gallo.

Se emborronan sus recuerdos,

hubo niños, hubo ancianos,

hubo niñas y mujeres 

que aplaudían a dos manos

y reían, y reían

olvidando sus trabajos,

sus achaques, sus temores,

sus amores rechazados.

Y él reía, y él reía,

con el mundo entre los brazos,

cabrioleando entre las lunas 

de sus ojos inundados

hasta que la última broma

a él se la hizo el mundo amargo

¡Negra ciudad de la risa

que has reído y has llorado!

¡Niña, qué pronto te olvidas

de los que te levantaron!

¡Tú que quisiste a los niños,

poco quieres a tus vástagos!


Atraviesa callejones

esquivando su pasado

alejándose a sabiendas

de su circo abandonado

donde ya tan solo habitan

telarañas de su llanto

y un rumor enfebrecido,

mentiroso y acallado.

Se detiene sobre el puente

entre la ciudad y el campo

sin saber qué hay adelante

mas sabiendo qué ha dejado,

se encarama como puede

desde el suelo a lo más alto

y comienza su función

con los párpados cerrados.

y al dejarse caer libre

le florece entre los labios

la sonrisa aletargada

que tanto tiempo ha guardado.

Y se ríe, y se ríe

mientras se hunde en los aplausos

¡Negra ciudad de la risa

que has reído y has llorado!

¡Niña, qué pronto te olvidas

de los que te levantaron!

¡Tú que quisiste a los niños,

poco quieres a tus vástagos!

5 dic 2025

Sonetillo de espera

Lunes como una estocada

martes que huye sin que quiera

triste miércoles de cera

jueves de mecha apagada.


Viernes que no sabe nada,

luego sábado de espera

y domingo sin ir fuera,

otro lunes con arcada.


Martes negro y repetido,

vuelve el miércoles tan falso,

otro jueves que me ahoga.


Viernes, tedio derretido,

llega el sábado al cadalso

y el domingo con la soga.

2 dic 2025

Anoche, y antenoche, y la otra noche

Anoche, y antenoche, y la otra noche

la luna me apuñalaba por la espalda.

Anoche, y antenoche, y la otra noche

le entregué mis creencias a las ratas

de las iglesias y los osarios.


Descubrí un cordón de plumas

que el sol tendía entre dos nubes

allí es donde ponían a secar

las pieles de los ángeles de los sueños negros.


Anoche, y antenoche, y la otra noche

me convertía en otro

por efecto de las palabras

que no escribía, pero leía;

que no decía, pero escuchaba;

que no sabía, pero pensaba.


Las imaginaba con una caligrafía

dócil y redondeada,

suave y sin rincones,

tan ajena a mi rabia,

como vástagos de un pésimo poeta

del que no recordaba el nombre.


Ayer, y anteayer, y el otro día

rompía la cáscara miserable de la noche

con un dolor de párpado en los costados,

una espina de pez clavada en el desierto

del temible despertar de la hora prima.


Me abarrotaba en las esquinas

de un espejo diferente

al que la lluvia oscurecía,

al que la madrugada abandonaba,

en el terco zigzag de mi pensamiento.


Mañana, y pasado y al siguiente,

quizá desmonte la moneda falsa

que me responde a la primera filosofía

y construya una quimera antigua

o demasiado novedosa.


Veré con manos nuevas y lejanas

el suave terciopelo del horizonte

tendido con la indulgencia de a quien no le importan

lo que es o lo que nunca ha sido.


Hoy, mientras tanto, sigo dudando

de la matemática exacta de mi persona.

29 nov 2025

Los cuatro vientos

El cielo esta hecho de agujeros
la muerte guarda epílogos de tela
y en el lento trashumar de los recuerdos
pierdo el rumbo que encontraba en las estrellas.

Y vencerán
las cuatro sombras que alumbraban mi verdad
los cuatro vientos que soplaban para dentro
los cuatro versos que no leerá nadie más
Y la mitad
de los guijarros del camino me me dirán
que nunca ha habido un Olimpo de cipreses
ni un cementerio para las olas del mar.

Remiendo las dudas
de la quijotera
saltando a la luna
desde la bandera
que ondea pintada
de sangre sin nombre
luciendo asustada
a los ojos del hombre
que quiso soñar.

Y entre los claveles
despiertan las voces
que enhebran papeles
y rompen acordes
cantándole a un limbo
que vuela sin plumas
mientras los caminos
rellenan las tumbas
de espuma y de sal.

Y volveré
a ser el niño que escalaba la pared
a ser el mirlo que se acuna en la tormenta
y el carcelero de mis ganas de perder.
Y en un papel
dejaré escritas las esquinas que doblé
pa' no perderme por los caminos de vuelta
y no fiarme de Gabriel ni Lucifer.

Por fin he brotado
de bajo del limo
mordiendo y rascando
la caja de pino
sabiendo que el fuego
no puede encenderme
ni el cielo deshecho
en mil dagas verdes
me puede comer

La vid enroscada
que siento en las manos
crece descamisada
en aquel camposanto
y escriben sus ramas
con letra difusa
la dulce palabra
que sueña mi musa
soñando volver.

Del corazón
sacaré el pincho que me causa más dolor
para plantarlo en nubes de nicotina
y que me llueva en cada otoño una flor
Y en un rincón
guardaré el punto más final de mi canción,
la podredumbre de mis versos de cantina,
para cantarlos cuando no cante el gorrión.

26 nov 2025

Estatua

Un rumor inmarcesible

late entre los bordes de la bruma

por encima del tictac de los relojes

pero sin desahogarse

del mar enarbolado del silencio.


Recuento los soles

sin atreverme a escupir una palabra

ahorrándome las voces y la bilis

para que un solo grito

devaste los imperios y montañas,

reviente mis pulmones, mis dientes y garganta,

hasta que nada quede,

hasta que todo arruine.


No le ruego ya piedad a la lluvia

pues de mí se extienden las raíces

para convertirme en esa estatua

que resista incólume los temblores.

Quizá vengan con ruido de trompetas

cuando ya no pueda escucharlos.


Hago inventario y nada me queda

que pueda marchitarse ni pudrirse,

todo en mí aguantará el paso de las eras

Y, al mismo tiempo,

sin embargo,

noto que me voy disolviendo

en los márgenes del tiempo.

23 nov 2025

Se acaban los sueños

Aquí se acaban los sueños,

de mis dedos se resbala

la piedra gargantuesca

que subía la montaña.

Comienza la Gran Debacle,

tiembla la tierra extraña,

y grita al sentir el golpe

de la bola que la arrasa.

Allí había proyectos,

allá deseos de paja,

después canciones a medias

y ahora... ahora no queda nada.


Donde antes hubo castillos,

palacetes y embajadas

hay un reguero de humo

ruinas tétricas y grava.

Los ríos antes prístinos

ahora desbordan de lava

y levantan grandes olas 

de alquitrán y mala baba.

Avanzan hombres sin vida

con heridas de batalla,

avanzan mujeres muertas,

con la guerra en las entrañas

y el redondo apocalipsis

inefablemente avanza.

El mundo se hace un insecto

que la noche, inmensa, traga,

envuelta en lloros de niño

y en mil sangres derramadas.


En lo alto de mi colina,

en mi tumba de palabras,

encono mi grito vacío

hacia la cumbre más alta.

Ya me he cortado las manos

pero el infierno no para.

Ahora no tengo ni huesos

para taparme la cara

ni maldecir al destino

ni enjugarme las lágrimas.

Aquí se acaban los sueños,

los sueños que yo soñaba,

con un retumbar de labios

y el desdén de una mirada.

20 nov 2025

Un día más

Un día más,

un día menos,

una impronta más que dejar en la pared.


Me disuelvo entre días que se estiran

y noches que se alargan,

cuando los relojes, con sus falacias,

pierden su razón de ser.


Siento que con cada ocaso

se me escapa volando un recuerdo

y corro el peligro de ser

un muñeco vacío cuando el corazón me llame.


¿Qué es lo que soy aquí

sino mis memorias?

¿Qué es lo que tengo

sino mi vida?


¿Tiene derecho una flor

al perder los pétalos y la sombra

a conservar el nombre que le dieron?

¿Podrás acaso tú al ver su tallo

limpio y desnudo contra el viento

confirmar si es de lirio o amapola?


¿Puedo acaso seguir siendo

el mismo hombre que fui ayer

cuando todo me han quitado?

17 nov 2025

Desubicado

Estoy fuera de mí, desubicado,

como un cuadro torcido en un museo,

cansado de escribir lo que releo,

sin ganas de escuchar ni a mi pasado.


Estoy lejos de mí, desenfocado,

tan fuera de lugar como el deseo

en el pastel insípido de un reo

que no sabía que estaba encerrado.


Estoy dentro de mí y estoy perdido,

estoy ansiosamente aletargado,

estoy en todos lados y en ninguno.


Estoy preso del mundo que he leído,

estoy extrañamente liberado,

estoy contando sueños uno a uno.

14 nov 2025

En la Tierra queda un eco

Cuando la nada muerde los papeles

y en cada historia se esconde un silencio interminable,

bajan los ángeles negros

y rompen el mundo hasta dejarlo a su antojo.


En la Tierra queda un eco

que se esconde entre las grietas de los muros

y en la insondable levedad de las telarañas,

que atrapan sueños escalofriantes

y maravillosas pesadillas

cada noche.


En la Tierra queda un eco

lleno de bilis y saliva,

que arde invisiblemente

y se va alimentando de lo que nos arrebataron

sin que nosotros lo supiéramos.


En la Tierra queda un eco

y un ejército de maniquíes vacíos

que olvidaron sin quererlo

su lección de ser humanos,

su elección de ser humanos.


En la Tierra queda el eco

y el miedo, siempre el miedo, 

a que vengan los ángeles negros.

11 nov 2025

Tan distinto

Guardé lo que yo soy entre las hojas

de libros que olerán a nicotina

con páginas dobladas por la esquina

y notas en el margen siempre rojas



Vestí mis nuevas pieles de congojas,

de intrínsecas tristezas de cantina

hundidas en un mar de tinta china

que nunca llegará a donde te alojas.


Quizá un día, leyendo por instinto,

veré al yo que he sido, tan distinto,

del viejo que se pierda en poesías,


Que no distinguiré mi propio grito

y olvide que hasta el punto yo lo he escrito

pensando que jamás me olvidarías.

26 oct 2025

Desde el fondo

 Callaron ya los ecos animales

de piedras que negaron las tres veces

que me dieron por muerto ante los jueces

después de hundir mi espalda en cardenales.

 

Me echaron a las fosas abisales,

 jamás supieron que en las estrecheces

del lecho compartido con los peces

de mi pecho brotaban mil rosales.

 

Y cada flor se abría con un grito

y su espina clamaba por vendetta

gritando un nombre nuevo como Edmundo

 

Tal vez he muerto, pero resucito,

renazco nuevo, fijo hacia mi meta:

vencer mi nueva guerra contra el mundo. 

24 oct 2025

El hombre del corazón blanco

 Para K. J. W. E.

El verdadero hombre del corazón blanco 

 El hombre del corazón blanco

tiene una memoria de juncos en la espalda

será que le pesan la vida

y los golpes.

 

Vida que le duele del mismo modo

que al mundo le duelen las guerras

pero a pesar de todo aún guarda

la limpia mirada azul de un chiquillo

que mira todo con ojos nuevos.

 

El hombre del corazón blanco

sueña, y sonríe al soñar,

con alas  de gaviota que lo elevan en el aire.

Sueña, y llora al soñar,

con patas de elefante que le pisan en la nuca.

 

Ha sobrevivido a los inviernos 

y a los veranos

y en un rincón de su mirada

guarda recuerdos de nieve 

y de infiernos sepultados,

que parecen tan dolorosos

que da miedo siquiera susurrarlos.

 

El hombre del corazón blanco

sonríe al apurar su cerveza

y baila en su soledad

de monje franciscano

cerrando la puerta un mundo

lleno de odios ensordecedores y mentiras atronadoras.

 

El hombre del corazón blanco

tiene el alma de niño,

la mente interminable,

y una sonrisa sincera

solo para quien la merece. 

22 oct 2025

Seguiré siendo

 Porque la vida no tiene secuela,

porque el destino es el jefe más duro,

porque el dolor es helado y oscuro, 

porque ya nada resopla en mi vela.

 

Porque la mano que firme mi esquela

será la misma que escribe este impuro

desiderátum que vuelvo en el muro

 donde mi sangre derrama y se hiela.

 

Porque yo soy, y después del infierno,

seguiré siendo quien dicta mi senda

aunque el camino se torne salvaje.

 

Ni ante el temible portón del Averno

ni aunque el Diablo me adule y entienda,

decidirán sobre mi último viaje-

 

20 oct 2025

Funambulista

 Paseando entre espolones

que me arañan el aliento

no hay lugar ni para el viento

ni un milímetro de opciones.

Si me hincho los pulmones

de los gritos que acaparo

tal vez suene algún disparo

o se claven en mi pecho

las heridas, que en el techo,

aguardan mi desamparo.

 

 Soy como un funambulista

cojeando por el miedo

sobre un quiero, bajo un puedo,

entre hojas de revista.

Mientras la cuerda resista

no me cabe duda alguna

que podré llegar de una,

mas si doy un paso en falso

en mi senda hacia el cadalso...

¿llorará por mí la luna? 

18 oct 2025

Aquí

Aquí donde el mundo olvida

todo lo que nunca fuimos

donde el tiempo se hace un traje

de relojes derretidos,

cada hora se repite,

cada día es siempre el mismo,

y entre angustias y lamentos

pasa, renqueante, un grito,

que abatido se diluye

en los bordes del camino

sin saber que hay un orate

que lloró después de oírlo.

 

Aquí donde caen las lluvias

de un  otoño distraído

que no sabe de almanaques

ni respeta turno o sitio,

se agrietan los embalajes

con que algunos envolvimos

a lo que llevamos dentro

que, adivina, es solo un niño

que dibuja en las paredes,

al que asusta tanto ruido

y que llora al verse solo

abrazándose a sí mismo.

 

Aquí donde la palabra

va perdiendo hasta el sentido,

se hacen coros de silencio

con rumores escondidos

que restallan en la noche

cuando nadie lo ha pedido

como truenos de horizonte

en colores desvaídos.

Y se encalla en mi garganta

la palabra que no he dicho,

el vocablo que me falta, 

verbo póstumo y sombrío.

 

Aquí donde soledades

vagan siempre sin destino

y se acercan al primero

que se acerca con un libro,

y no dejan de adularle,

y llenarle los oídos

de piropos zalameros

sin pudor de haber mentido.

Aquí donde todo muere,

aquí donde he renacido,

aquí donde estoy tan solo,

tan sólo por que he venido. 

Agarrado a una burbuja

 Agarrado a una burbuja me encontraron

cuando llegaron los demonios,

cuando el mundo entero dolía tanto

que trepar a mis lamentos

no era suficiente para hacerlo pequeñito.

 

Grité al viento y el viento me devolvió

esputos de plata pobre y mala baba

sin saber

que en el fondo de mis cenizas guardaba un verso,

una alquimia milagrosa

para fabricar  con saliva diez burbujas.

 

Las hinché, con sueños y canciones,

con verdad y pesadillas,

con todo lo que dentro de mí había.

 

Cinco explotaron

una se hundió,

tres se redujeron hasta desaparecer.

Pero una quedó intacta,

una llena de nombres y recuerdos,

de esos que convocan mariposas de luz

si se pronuncian suavemente.

 

Cuando vi que alzaba el vuelo

me aferré a su curvatura reluciente

sin miedo a resbalar,

repitiendo una y otra vez

los nombres de las mariposas.

 

Y volé

 

Por encima de los fuegos y los pinchos,

de los muros y alambradas,

 de las mentiras cien mil veces repetidas.

 

Volé

y nadie pudo detenerme

mientras huía hacia las sombras del olvido. 

16 dic 2024

Soneto de padre

Retumba la verdad en mis costillas:

los años que me acercan más al suelo,

a ti te irán alzando en pleno vuelo,

llenándote mis versos de abubillas.


Quizá quedaré ciego según brillas,

conforme se desplomen desde el cielo

otoños que me harán perder el pelo

e inviernos que derritan mis mejillas.


Te iré dando pedazos de mí mismo

volviéndome de a poco un espejismo,

perdiéndome en mi última batalla.


Me iré quedando en nada según crezcas,

y no te podré dar lo que merezcas

aun cuando te dé todo lo que en mí haya.

9 dic 2024

Mientras

 

Mientras

me brote sangre del lomo,

mientras me quede otro tomo

pendiente en la colección...


Hojas

que penderán de mi pelo

y tendrán ansias de suelo

agostarán mi canción.


Vengo de estrellarme en mi camino,

de hacer sombra a los encinos,

de ser comido… por un ratón.

Con la mirada desabrida

de quien lo sabe todo,

del que ya ha encontrado el modo

de partir sin un adiós.


Vengo a descolgarme del espejo,

a encontrar el catalejo

que tiré por un rincón,

con la mirada refulgente

de quien no sabe nada,

del que le hace de carnada

al futuro más cabrón.


Y no negaré una y mil veces

que en el borde del abismo

me olvidé de ser yo mismo,

caballito entre los peces.


No voy a mentir ante tus dudas

que mis huesos me conocen

y cuando el reloj marca las doce

la verdad se me desnuda


Vengo de perder mi última baza,

de tragar polvo en la plaza,

de apoyarme en la testuz.

Vengo de romperme en mil pedazos,

de bajar los antebrazos,

de enterrarme en mi ataúd.

Vengo a palear el camposanto,

a enfrentarme con mi espanto,

a morir si hay que morir.

Vengo a pelear contra molinos

y gigantes asesinos.

Yo vengo a sobrevivir.


Vengo de estrellarme en mi camino,

de hacer sombra a los encinos,

de ser comido… por un ratón.

Con la mirada desabrida

de quien lo sabe todo,

del que ya ha encontrado el modo

de partir sin un adiós.


Vengo a descolgarme del espejo,

a encontrar el catalejo

que tiré por un rincón,

con la mirada refulgente

de quien no sabe nada,

del que le hace de carnada

al futuro más cabrón.


...


Mientras

al otro lado del río

siga habiendo algo tan mío

no dejaré de nadar...


Todos

que lo intentaron a malas

verán al quedarse sin balas

que no me pueden ganar.

16 jul 2024

Se me han rebelado las entrañas

Se me han rebelado las entrañas

y emano del cuello aroma a guillotina.


En las profundidades, donde todo era sueño,

de donde escapé nadando hacia el naufragio

de mi propia alma herida,

Allí abandoné toda esperanza.


Tras pasar tantos siglos encerrado,

aterido en un silencio indescifrable,

cuando al fin me desuello y me libero,

cuando al fin siento el viento en mis escamas,

cuando al fin vuelvo a separar tres dedos,

me explota la verdad bajo la carne:

Se me han rebelado las entrañas.


Me persiguen con antorchas y con horcas,

me buscan con mi misma rabia,

la de quien nada tiene,

la de quien todo anhela,

la de quien en algo sueña.


Manché con mi sangre sus paredes

con la firmeza inconfundible

de quien recién despertó del largo sueño.


Pero ellos querían mares de vísceras,

ira furiosa de un dios engreído,

algo que hiciera temblar al mundo

y, quizá, hacer merecer la pena

tantos siglos de abandono.


Pero no tengo más sangre que la suya

ni más paredes donde derrumbarme,

solo un agujero,

un vacío pequeño e incómodo

donde hacerme un ovillo y esperar.


Escucho el tintineo de las horcas,

diviso el titilar de las antochas,

resuena el veredicto inapelable.


Preferí ser mal poeta a ya no serlo

y por eso, solo por eso, por todo eso,

por alta traición a lo que he sido,

se me han rebelado las entrañas.



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13 jul 2024

Hoy he vuelto a ese parque

 Hoy he vuelto a ese parque

donde mi vida siempre estuvo en calma,

donde hay miles de mis sombras agazapadas,

millones de ecos de mí antes de ti.


Quizá buscaba hablar con las briznas de hierba

y las cálidas flores,

y las tristes palmeras,

que no te hubieran conocido.


Pero tan solo encontré tu nombre limpio

grabado en las baldosas amarillas,

tu aroma hecho figura emborronada

saliendo del esqueleto de las hojas,

y una daga introducida en mi costado

con el nombre de las hiedras de tu ausencia.


Cada paso que he copiado de mis fotos

se teñía del color de tus zapatos

y en las suaves huellas de mis años

tan solo encontré recuerdos tuyos.


Mañana volveré a ese parque

donde mi vida siempre estuvo en calma

y espero volver a encontrarte.




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